martes, 26 de febrero de 2008

LA SEQUÍA

LA SEQUÍA

Cuatro meses sin llover
Han calcinado los campos
Yo le pido al Gran Poder
Que se mojen ya los cantos
De mucho agua caer.

La tierra donde pisamos
El calor del sol abrasa
Tanta agua le sacamos
Que no le ponemos tasa
Por ello la deseamos.

A este líquido elemento
De tan cuantioso valor
El gastarlo sin temor
Algún día dará pavor
Si lo busco y no lo encuentro.

El suelo se ha agrietado
Los pastores con sus reses
Ven fuentes que se han secado
Y te piden muchas veces
Ver el campo bien calado.

Las ovejas los rastrojos
Los tienen pisoteados
¿dónde comer los ganados
Si están flojos y agotados
Si sólo encuentran abrojos?

Bellos y fuertes mastines
Que defendéis las ovejas
Fiel perro, tu nunca dejas
Que aceche peligro alguno
Ni que tu enemigo el lobuno
Con ellas se dé festines.

Después de esta gran sequía
Que a todos nos desaló
A la tierra agua caía
Un buen temporal llegó!
Y el terreno lo bebía.

De agua llenaste la fuente
De agua colmaste el campío
Y este campesino impío
Al ver campo con rocío
Te da gracias de su suerte.

Las gotas no van atrás
Sientes cómo te relajan
Hasta tus males rebajan
Ellas nos sacian y abrazan
Al oírlas “tás, tás, tás”

Que preciosa melodía
Oyes el agua caer
¡qué precioso es ver llover!
Las plantas hace florecer
Gracias a Dios día a día.

Y después del gran anhelo
Que el campesino encontró
A todos nos confortó
Nuestro gran mal ya cesó
Llenándonos de consuelo.

MORALEJA

Cuatro meses sin llover
Muchas veces yo he pensado
Mas de cuatro yo he pecado
Siempre me has perdonado
Sin nada yo a ti ofrecer.

Amador Rodríguez de Tembleque (Herencia).

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