Después de cinco meses, 150 días, el encierro de agricultores de Socuéllamos ha finalizado.
La comida celebrada ayer en San Isidro fué la ocasión para dar finalizado el encierro mas largo mantenido en Castilla-La Mancha. Cinco meses desde el 7 de noviembre de 2007, en los que mas de 500 personas, agricultores, mujeres del mundo rural, familias enteras, abuelos e hijos, han mantenido con resistencia numantina un encierro por el futuro del sector agrario.
Un sector amenazado por una brutal reconversión que está empujando al abandono de las explotaciones familiares agrarias por falta de rentabilidad.
El Plan Especial del Alto Guadiana y la OCM del Vino son los instrumentos de esta reconversión agraria, los paganos, como siempre, los agricultores y ganaderos, los beneficiarios todos aquellos que defienden la puesta en marcha de estos mecanismos regresivos y empobrecedores.
El Plan Especial del Alto Guadiana y la OCM del Vino son los instrumentos de esta reconversión agraria, los paganos, como siempre, los agricultores y ganaderos, los beneficiarios todos aquellos que defienden la puesta en marcha de estos mecanismos regresivos y empobrecedores.
La ruina del campo lleva aparejado el enriquecimiento de unos pocos. Hay muchos millones en juego tanto en el PEAG como en la OCM, pero los beneficiarios serán los ayuntamientos, las fundaciones, las organizaciones colaboradoras, los vendedores de caudalímetros, los instaladores, los que trafican con los papeles y los miedos de los agricultores. Pierden los de siempre: el conjunto de la sociedad.
Por eso esta Plataforma quiere dejar claro que ha abandonado un instrumento de lucha, el encierro, pero no ha abandonado la lucha. Porque seguimos creyendo que el sector agrario tiene futuro, que hay agua para todos, que hacen falta nuevas ideas, que es necesaria una regeneración social y que nos sobran tantos posibilistas y pragmáticos que son los que siempren sacan ganacias en ríos revueltos.
Por eso esta Plataforma quiere dejar claro que ha abandonado un instrumento de lucha, el encierro, pero no ha abandonado la lucha. Porque seguimos creyendo que el sector agrario tiene futuro, que hay agua para todos, que hacen falta nuevas ideas, que es necesaria una regeneración social y que nos sobran tantos posibilistas y pragmáticos que son los que siempren sacan ganacias en ríos revueltos.
