Hasta aquí los que mandaban venían utilizando a sus agentes colaboradores encubiertos (sindicatos, organizaciones agrarias y similares) para organizar manifestaciones y movilizaciones públicas, en contra del gobierno o a favor, según convenía. Ahora ya se ha perdido el poco pudor que quedaba y el propio presidente de Castilla-La Mancha organiza una manifestación con la escusa del agua y el pretendido fin del trasvase, para darse un baño de multitudes y limpiarse las heridas que viene arrastrando desde el incendio de Guadalajara hasta el escándalo económico del Aeropuerto de Ciudad Real, pasando por la intervención de la Caja Castilla-La Mancha y otro montón de desaguisados que viene acumulando desde que Bono lo puso de presidente.
A todo esto Barreda lo bautiza como "gobernar en coalición con el pueblo". El nuevo despotismo deslustrado: "que parezca que todo es para el pueblo cuando en realidad es para nosotros y nuestros amigotes". A veces les traiciona el subsconsciente y cambian lo de "coalición" por "complicidad".
El sábado 20 Barreda convoca a todos sus paniaguados, él los llama "agentes sociales", a manifestarse en contra del trasvase Tajo-Segura y los voceros de las organizaciones agrarias ya se ponen a calentar el ambiente. Hay que pagar los favores y las subvenciones recibidas. Además hay que sacar a la gente a la calle, aunque sea para defender la penosa gestión agraria y del agua de Barreda, el único presidente autonómico que pide pobreza y secano para sus ciudadanos.
El planteamiento no debería ser acabar con el trasvase, sino pedir agua también para La Mancha. Pedir un Plan Hidrológico Nacional que nos traiga infraestructuras hidraulicas y agua. Y esto nunca se conseguirá negandole el agua a nuestros vecinos.
Ojala llegue un día en que "la charca no enfrente a los neardentales del siglo XXI", que dice Manuel Valero en este artículo.
miércoles, 17 de junio de 2009
TRASVASES SI.
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